lunes, 29 de marzo de 2010

Saudade


Sí, tenía abandonado el blog, porque sinceramente no veía necesario escribir. Normalmente escribo cuando no me siento del todo bien, encuentro alguna cuestión que me molesta, o simplemente estoy aburrida. Este tiempo me mantuve lejos de la escritura porque estaba realmente contenta, me sentía muy bien. Me alimentaba de una esperanza enorme, que no dejaba entrar malos pensamientos. Pensé que por primera vez tenía una oportunidad de ser feliz. Lo creí realmente, y cometí un error enorme. Mis amigos probablemente dirán "qué pedazo de pelotuda, esta estúpida se hizo ilusiones otra vez". Sí, lo hice, pero esta vez no creo tener la culpa. Es decir, parte de la culpa siempre va a ser mía, si son cosas que me pasan a mí; pero las ilusiones esta vez no salieron de la nada. Estas ilusiones, esta esperanza, nació de una gran mentira, de una gran mentira que me dijo una persona (o debería decir, varias mentiras). No es la primera vez que me mienten de esa forma, de hecho a esta altura ya tendría que darme cuenta cuando me mienten y cuando no, por todas las veces que me mintieron. Pero no, confié una vez más. Porque parecía diferente. Y como siempre digo, el que parece más bueno es el más forro, y el que parece más forro es el más forro. Claro está, la gente es una mierda. Pero estos últimos meses había aprendido a ignorar dicho ítem.
Como dije varias veces, esto para mí no es nada. Pasé cosas muchísimo peores, la verdad. Todos lo saben, pero sigo siendo muy sensible y las cosas me duelen. Todo me duele. Porque una cosa es alimentarse de esa esperanza, sabiendo que hay una buena causa por la cual el hecho no se da. Esa buena causa es una buena causa para todos, se sabía; y no me molestaba en absoluto vivir de las esperanzas por esa causa. Pero algo muy diferente es ver como "las esperanzas" se derrumban. Esto va para vos: no solo no sos diferente a los demás, ni siquiera sos igual, SOS PEOR. Sos una de las personas más egoístas que conozco. Ponés carita de nene bueno y sos más forro que el resto. Encima mientras jugás con laS personaS (sí, en plural) lo único que te importa es seguir conservando la máscara, la careta de angelito, de santo. Pero dejame decirte, que conmigo, la careta se cayó. Ahora sé perfectamente la clase de persona que sos, y no puedo creer como me volvió a pasar. Como digo siempre, más crezco y más estúpida soy, pero no te confíes de mi estupidez, que te puede salir mal. Por suerte lo que me pasa no es más que un "querer" y no me va a costar mucho volver a estar bien. Y aclaro, si estoy mal, no estoy mal por vos, estoy mal por mí. Oportunidades de ser feliz: 0. (Sé que no es así, pero es como me siento en este momento).

RS

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