
Ayer a la noche pensaba "no quiere ver la realidad, no quiere ver lo que tiene", pero en ese momento se me prendió la lamparita, y me salió muy espontáneamente esta frase:
Una cosa es no ver la realidad, y otra muy distinta es verla, pero aun así, no querer conformarse con ella.
Y es que indiscutiblemente es así; la gente pone excusas para todo. Nadie te dice "no te quiero" o "no me gustás" y punto. Inventan problemas que no existen como "tengo un millón de problemas en la cabeza", o "no estoy preparado". El que quiere a alguien, QUIERE, fin de la discusión. No hay mucha vuelta que darle. El que no quiere, o no se conforma, se excusa. Aclaro que de todo esto soy totalmente culpable yo también. Es que también hay que pensar en lo que le puede llegar a doler a la otra persona que le digan "no me quiero conformar con vos", aunque en definitiva sería mejor, porque con las excusas dadas anteriormente nacen otros problemas, que, a mi criterio, duelen más, como la incertidumbre, la duda, la esperanza (que luego es desesperanza), y todas esas pequeñas construcciones que se hace uno en su cabeza, que luego se desmoronan, se caen a pedazos, y duele más, eso duele más. Entonces si va a doler, ¡que duela desde el principio! y con la verdad. Que duela desde un primer momento, así sana más rápido. Que duela, total siempre va a doler menos que una mentira.
Las personas ven la realidad, pero no se conforman con ella, y está perfecto. Hay que pelearla.
RS
No hay comentarios:
Publicar un comentario