
Es algo impredecible. Las vueltas de la vida son terribles. ¿Cuántas veces habremos dicho "nunca"?, pero es muy cierta la frase "nunca digas nunca". Porque nunca se sabe lo que va a pasar. Hoy estamos acá, mañana allá, y no sabemos dónde vamos a estar la semana que viene. De un día para el otro te deja de gustar lo que siempre te había gustado, y comienza a gustarte lo que siempre odiaste. Hay mucha gente que desprecia esto, pero no se dan cuenta que es una característica propia del ser humano: el cambiar de opinión, el cambiar de forma de pensar, cambiar, y punto. Es inevitable. Crecemos y cambiamos física y mentalmente. Pasan los días, pasan las personas, y nuestra forma de ser se torna muy cambiante. En adolescentes es incluso más común cambiar de parecer todo el tiempo, y más aún, cambiar de sentimientos. Caer en confusiones, en sentimientos erróneos, en cosas que parecen ser (o son) equivocaciones. Pero ¡qué suerte que cambiamos constantemente! y que podemos asegurar que en algún momento se nos va a pasar. Nada es para siempre. Y espero que mi costumbre de mandarme cagadas tampoco lo sea.
RS
{ perdoname }
{ perdoname }
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